Blogia

claudia-elena-cano

IMAGENES DE HADAS

HadaMarioposa RosaGlamour.. BY CLAUDIA CANO.Osito EnamoradoClaudettehello kitty brillo purpurina corazon

 

 

 

 

 

 

No hace mucho tiempo un hada llamada Anfimia fue destinada por Titania (la Reina de las Hadas) a cuidar el Jardín de un viejo hombrecillo que tenia de sobrino a un muchacho guapo, de negros cabellos y muy nostálgico. Su nombre era Damián, y salía todas las tardes con su libro bajo el brazo, hasta avanzadas horas en las noches.

 

En unos de esos momentos el joven alzó la vista para observar los colores que le entregaba el ocaso y al mirar hacia el rosal vio a una bella joven que resplandecía extrañamente por una luz alrededor de su cuerpo, esta trataba de ocultarse entre las ramas para no ser vista.

- ¿Quién eres? –Preguntó el joven …

 

CLAUDIA CANO

 

claudia  elena  cano 
  

 

Alguns historias describen hadas y duendesa que protegen las chimeneas, como el Gabijade Lituania y el Natrou-Monsieur de Francia.  El egipcio Muzayyaraes fogoso, galante y atractivo; se trata de un personaje popular incluido en los cuentos de esa región, al que le encanta cortejar a las hadas.  
 
Aun cuando los duendes y las hadas son criaturas habituales en diversas mitologías del mundo entero, su universo fantástico más variado y numeroso se encuentra en Gran Bretaña, por ello la literatura inglesa los escoge con frecuencia como protagonistas o personajes de relativa importancia argumental.

Muchos romances del período medieval inglés mencionan hadas y duendes. Son hombres y mujeres que tienen poderes mágicos, viven en palacios encantados, falsifican armamentos mágicamente y hechizan o engañan a mortales inocentes. Recordemos que la Dama del Lago a quien Arturo ofreció su espada Excalibur era un hada.

Como decíamos antes, en los relatos del Rey Arturo, las hadas y duendes son muy frecuentes, así como en el resto de la tradición galesa y bretona. Incluso los Cuentos de Canterbury de G. Chaucer mencionan a una reina-elfo vinculada al antiguo cortejo artúrico.

Un romance francés del siglo XV, proveniente de Burdeos, se popularizó rápidamente en Inglaterra. Esta historia daba vida al Rey Oberon y a la Reina Mab, cuya corte estaba rodeada de caballeros.

Fue este romance el que ofreció inspiración a William Shakespeare, quien incorporó algunos de sus personajes a los célebres dramas Sueño de una noche de verano y La tempestad.